Nuestro proyecto educativo
El tiempo libre de los hijos ocupa una gran parte de su tiempo total. Además, mientras que las circunstancias familiares y escolares vienen impuestas, es en el tiempo libre donde aprenden a usar su libertad y, por tanto, a definir su personalidad.
Moraleda, a través de cada una de sus actividades, supone una ayuda a los padres en la formación de sus hijos durante ese tiempo, procurando el desarrollo total de la persona, según una concepción cristiana del hombre.
Tratamos de ayudar a cada chico a ilusionarse por actividades amenas e interesantes que fomenten su madurez en todos los campos: familiar-afectivo, moral, cultural, social y profesional.
Moraleda y el Opus Dei
Moraleda está inspirado en principios cristianos y muchos chicos descubren en el club que ser buen cristiano y tratar a Dios no está reñido con la diversión. Aprenden a preocuparse unos por otros, a cultivar una amistad auténtica con sus compañeros de clase, familiares y vecinos; a colaborar con los más necesitados; a compartir sus alegrías y llevar su propio ambiente a los demás.
Desde el principio, los padres han confiado la formación cristiana que se imparte en el club a personas de la Prelatura del Opus Dei, una institución de la Iglesia Católica que fundó san Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928.
La presencia del espíritu cristiano en el club se manifiesta en detalles como la insistencia en la seriedad y exigencia en el estudio, el impulso de los valores sociales y de servicio, el respeto a la libertad personal, el protagonismo de los padres, el fomento de las virtudes humanas o el clima de confianza y cordialidad; pero el club no es confesional y está abierto a personas creyentes y no creyentes.
Formación humana
Los principios formativos del club se centran en el desarrollo integral de la persona, dentro de un concepto cristiano del hombre. Cada chico es una persona irrepetible, protagonista de su propia historia. En el club ese protagonismo se fomenta activamente para que sea él quien decida con libertad y responsabilidad a qué metas quiere dirigir sus mejores esfuerzos, de acuerdo con el grado de madurez correspondiente a su edad. Se ofrece un ambiente que facilita expresar con confianza las propias ideas, respetar y comprender las de los demás; y que reconoce siempre el esfuerzo por pensar y dar razones al explicar las cosas.
La preceptuación es clave en Moraleda. Para lograr el objetivo de colaborar con los padres en la educación de los hijos, el club cuenta con la figura del preceptor. Cada socio tiene asignada una persona que, en contacto con los padres, se encarga de ayudar personalmente a cada chico. El preceptor orienta en los estudios, estimula a lograr nuevas metas, exige y anima en un clima de confianza.
Las tutorías con los padres tienen lugar de forma periódica y cuando unos y otros lo desean, los preceptores se entrevistan con los padres para coordinar la atención personalizada a cada socio.
Formación intelectual
El principal objetivo de cada uno de los preceptores de Moraleda es lograr el máximo rendimiento académico de cada socio. Por eso se organiza el Estudio Dirigido, programa de asistencia a los estudiantes para ayudarles en el desarrollo pleno de sus capacidades.
Para facilitar un ambiente de trabajo adecuado, Moraleda cuenta con dos salas de estudio, una sala de informática y una biblioteca. Los preceptores que atienden la actividad son estudiantes, profesores o jóvenes profesionales.
También son habituales las actividades culturales -visitas a museos, parques temáticos, tertulias, etc.- que educan la sensibilidad de cada chico, aumentan su bagaje cultural y les ayudan a desarrollar su capacidad creativa…